Los celos en la pareja. ¿Cómo combatirlos?

Siempre se dice que hay unos celos buenos, que permiten saber que nuestra pareja nos quiere, y hay unos segundos celos más patológicos, que hacen daño a la pareja. Pero hay veces que existe una delgada línea que los separa. En el artículo vamos a ver cuando pasan de ser normales a ser patológicos.

Qué podemos hacer si los padecemos nosotros mismos, o, en cambio, es nuestra pareja que los padece. Vamos a verlo en el siguiente artículo:

Tabla de contenidos

Qué son los celos?

Los celos son un miedo. Miedo a perder la pareja, miedo a que no nos quiera, miedo a padecer un miedo emocional que nos haga daño.

Tenemos miedo por qué se ha creado una necesidad. Creemos irracionalmente que necesitamos a esa persona para vivir, para ser felices. Aunque, la realidad es bien distinta. En ningún momento vamos a necesitar a una persona para ser felices.

Mirad a vuestro alrededor, seguro que encontráis ejemplos de personas que no solo no necesitan una pareja, sino que viven muy bien solos. El bienestar emocional no depende de nadie más que de uno mismo. Es más, hay personas que pueden vivir totalmente aisladas y felices. Monjas de clausura, , ermitaños, etc. Está claro que son un extremo, pero es fácil entender que haya personas que vivan sin pareja, sin ningún tipo de problema.

El mito de necesitar una persona cerca, una pareja para ser felicies nos hace daño

Video celos en la pareja

A lo largo de nuestra vida, únicamente vamos a necesitar a una persona para que nos cuide los primeros años, cuando somos bebés, o cuando estamos enfermos o impedidos. El resto del tiempo no necesitamos a nadie, nos valemos por nosotros mismos.

Una pareja nos puede enriquecer la vida, pero en ningún caso la vamos a necesitar. Es más, en la vida será normal perder una pareja, y cuando pase, vamos a salir reforzados, ya que la experiencia nos va a proporcionar un crecimiento personal, que nos hará ser mejores por la experiencia vivida.

¿Por qué se dan los celos?

Normalmente los celos se van a dar por imitación. Si hemos visto en nuestros padres los celos como normalizados, es muy probable que los repitamos.

También se pueden dar cuando tenemos una baja autoestima. Esto es algo muy fácil de entender, ya que si nosotros mismos no nos queremos, difícilmente podemos entender que otra persona nos pueda querer. Sencillamente, no nos lo creemos. y pensamos que nos está engañando.

También podemos tener celos por una experiencia traumática, por ejemplo por haber vivido una infidelidad, con la actual pareja o con otra. Aunque se haya superado la infidelidad, el miedo a volverlo a padecer se implanta, y desconfiamos sin que nos deje vivir.

En todos estos casos será bueno verbalizarlo, para tratarlo. Ponerlo encima de la mesa, ya que de otro modo no vamos a poder disfrutar de la relación, es más, vamos a pasarlo mal.

El mito de la felicidad al 100%

Para tratar los celos es bueno acabar con el siguiente mito: Para que mi pareja sea feliz le debería bastar el estar conmigo. Un pensamiento sumamente egocéntrico si lo analizamos, ya que implica que esa persona basa su vida en la de otra únicamente.

Nadie va a ser feliz al 100% por tener una pareja y estar enamorado. En la vida hay muchas otras cosas, necesarias para poder desarrollarnos personalmente. Una evidentemente será poder desarrollar unos sentimientos hacia los demás, pero habrá otros aspectos personales, sociales, etc. Estos variarán dependiendo de cada persona, su educación y valores.

¿Qué se puede hacer con los celos?

Si los celos te están afectando a ti personalmente, hay que pensar que los celos son totalmente irracionales. Hay herramientas que te pueden ayudar. Yo recomiendo hablarlo con tu pareja, para que sea esta la que te proporcione argumentos para rebajar el miedo. También puedes llevar un diario personal donde abocar y desmentir estos pensamientos celotípicos. Hablarlo con amigos, desarrollar los pensamientos para permitir una mayor reflexión.

Todas las técnicas estarán encaminadas a racionalizar los pensamientos celotípicos. Y en caso de que no podáis controlarlos, pedid ayuda terapéutica.

En cambio, si se trata de vuestra pareja que es celosa o celoso, en primer lugar será importante no normalizarlo. Ese camino irá implicando cambiar hábitos poco a poco que nos va a conducir a una vida sumamente disfuncional. Va a condicionar sumamente nuestra vida y va a implicar sin duda un condicionamiento que implicará una bajada de autoestima.

Por contra, sí que, ante el menor conato de celos tendremos que abrir una vía de comunicación,k poniéndolo sobre la mesa para poder enfocarlo. En caso de que los celos estén muy avanzados, pedid ayuda para volver al inicio y que no se normalicen los hechos ya presentes en la pareja.

¿Y si los celos están motivados?

En caso de que haya motivos para tener celos yo recomendaría indagar más al respecto, buscar pruebas de que eso está ocurriendo y ver las motivaciones. A partir de ahí, estaríamos ante otro dilema, continuar o no con la relación. Si continuamos, evidentemente habría que replantearla, pero la fidelidad no se encontraría entre los pactos. Os recomiendo leer los siguientes artículos.

Jordi Martínez psicólogo
Jordi Martínez, psicólogo

    Un comentario

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

    Quieres recibir nuestros artículos?
    Get the latest content first.
    Máxima confidencialidad