Consejos psicológicos para el estado de alarma del COVID-19

Esta misma semana se ha vuelto a declarar el estado de alarma. Según nos vienen informando desde hace días, estamos ante una segunda oleada de COVID-19, cosa que implicará nuevas medidas, a las que tenemos que adaptarnos de manera rápida, ya que existen medidas de obligado cumplimiento. Se habla de los muchos problemas que implicará en el ámbito de salud, económico y social, y la verdad, el bombardeo de noticias es constante.

Recibimos muchos consejos sobre como cuidar la salud física. Uso de mascarilla, distancia social, limitar desplazamientos, etc. En cambio, echo de menos consejos psicológicos para poder llevar mejor la situación durante el estado de alarma. Por eso, vamos a verlos a continuación.

Consejos psicológicos durante el estado de alarma

  • Es importante tener claro el contexto. Es posible que en estos días, de estado de alarma, nos estemos sintiendo algo tristes o desanimados, muchas personas notarán síntomas de ansiedad (taquicardias, sudor frío, etc.), o también oscilaciones del estado de ánimo, o dificultad en el sueño. Si notamos que algo ha cambiado respecto al mismo periodo del año anterior, hemos de tener claro siempre el contexto, y no considerarnos una superpersona capaz de llevarlo todo. Debido a la situación en la que estamos inmersos, es imposible que no nos veamos afectados de algún modo, habrá personas que menos o personas que más, dependiendo de la situación de cada uno, pero nos veremos afectados todos sin duda. Puede que tendamos a analizarlo únicamente desde nuestra parte individual, sin embargo no hay que perder de vista el contexto y como nos está afectando.
  • Nuestro esquema de vida se ha sentido cambiado de manera importante durante el estado de alarma. Cómo nos relacionamos con las personas de nuestro entorno, como gestionamos nuestra rutina, los planes que hacemos para el futuro, la parte económica. Todo ello obviamente va a generar un cambio de esquema, nada fácil, que va a afectarnos emocionalmente. En ese sentido, el cambio de esquema y su adaptación no puede ser de ninguna manera inmediata, será primordial darnos a nosotros mismos tiempo para llevarlo, para darnos cuenta y para poder adaptarnos de manera paulatina. Para ello nos tenemos que permitir espacios tranquilos y relajados, donde poder pensar y analizar, ver las dificultades pero del mismo modo valorar todo lo positivo que implica, y dentro del marco en que nos encontramos ver posibles soluciones. Ordenar ideas, compartirlas y preguntar será clave en la adaptación al nuevo esquema.
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No podemos perder de vista el contexto en el que estamos inmersos, ni pretender adaptarnos a la situación inmediatamente. Darnos tiempo es el mejor regalo que podemos hacernos. Ninguno tenemos experiencia previa en un estado de alarma.

  • No desconectar de la vida y conectar con nuestro cuerpo. Tendremos que estar muy atentos a nuestro estado emocional, y si notamos tristeza, decaimiento, irascibilidad con las personas cercanas o ansiedad será importante crear situaciones que nos conecten con la vida, a través de nuestros gustos. Conectar con nuestro propio cuerpo puede ser a través de un buen baño, sentir las sensaciones, el calor que nos proporciona. O puede ser a través de la gastronomía, la meditación o el ejercicio, pero conectar con nuestras sensaciones, notar nuestro cuerpo será muy relevante, porque es lo que nos une a la parte psicológica. Y del mismo modo la parte psicológica nos influirá en nuestro sistema inmune.
  • Ir tomando poco a poco el control de la situación. Una vez que hemos conectado con nuestro cuerpo observarnos que cosas nos hacen daño para irlas minimizando paulatinamente. Si vemos que el bombardeo de noticias sobre el COVID, el estado de alarma y sus consecuencias nos genera ansiedad, limitarlas para poco a poco ir tomando el control de la situación. Para así darnos tiempo a analizarlo todo de manera más objetiva. De esta manera, podremos ir controlando mejor nuestro entorno, con las cosas que nos benefician y nos perjudican y nos iremos dando cuenta que nuestra situación depende única y exclusivamente de nosotros mismos. Por mucho que la situación se complique, dependerá de nuestra manera de enfocarla para que no nos afecte.
  • Pedir ayuda. En el anterior estado de alarma hubo muchas personas que lo pasaron mal, de hecho todavía hay gente que le cuesta salir de casa o incluso no han salido. El consumo de psicofármacos se ha duplicado durante la pandemia. Hay que tener en cuenta que estamos ante una situación totalmente excepcional, inédita y muy compleja. Tiene unas implicaciones psicológicas muy importantes, por tanto, saber pedir ayuda nos puede ayudar en gran medida. Pero la ayuda hay que buscarla, puede ser en familiares cercanos, conocidos o ayuda profesional. El clásico estigma de ir al psicólogo es sinónimo de locura hay que apartarlo, ir el psicólogo es en cambio sinónimo de racionalidad, autoestima y de madurez.

Acudir al psicólogo es sinónimo de racionalidad, autoestima y de madurez. No podemos dejarnos caer en un estado de alarma, que si bien es duro, tiene fecha final.

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