Cómo gestionar las discusiones en presencia de los niños

Discusiones

Lo ideal puede ser no discutir nunca delante de los niños, pero reconoceremos que se antoja una misión imposible. Además de que no estoy demasiado seguro que sea lo más sano, ya que se van a encontrar con discusiones con otros niños y además, más adelante, cuando sean adultos, van a tener discusiones con otras personas. El hecho de saber discutir no es un mal aprendizaje. No en vano están los ejemplos de Steve Jobs, los hermanos Wright (los del primer aeroplano) o John Lennon y Paul McCartney.

En ocasiones no se puede evitar tener discusiones delante de los niños, y conviene tener claros unos puntos clave para poderlas llevar. «Cómo gestionar las discusiones delante de los niños» es un artículo en que pretendo dar unas claves para tener en cuenta. No dejéis de discutir en casa, pero tened en cuenta unos cuantos consejos al respecto.

Estudios de la Universidad de Notre Damne por Mark Cummings

Mark Cummings, profesor de psicología de la Universidad de Notre Dame, ha realizado un macroestudio con 500 niños, en un campo para el que lleva estudiando varios años, y llega a unas conclusiones interesantes.

Aunque son conclusiones bastante obvias, creo que nos pueden hacer pensar en lo que puede convenir o no en la educación familiar en una casa, ya que existe la tendencia a pensar que no se tiene que discutir delante de los niños, y estos estudios nos plantean que no siempre es bueno evitar discutir en entornos familiares. De hecho plantean que es buena la promoción de la discusión, pero hay que saber discutir. No todo vale. De otro modo corremos el riesgo de que las discusiones sean perjudiciales para la educación de nuestros hijos.

Discusiones en familia

Los estudios plantean que si tenemos en cuenta una serie de detalles las discusiones pueden ser positivas, propiciando dotar de práctica a los niños. Sin duda, en el futuro se van a encontrar con discuciones, y aprenderán, precisamente, de estas situaciones

Consejos prácticos para llevar las discusiones

Estos son los siguientes consejos que parte del trabajo de Cummings

  1. Que se trabaje para buscar una solución. No parar la discusión sin más, y sin que el niño haya visto el resultado de la misma. Habrá que trabajar en pro de buscar la solución y que el niño vea su desarrollo. Obviamente, habrá que trabajar también paralelamente la contención emocional, y el uso de argumentos.
  2. La discusión tiene que ser tranquila, sin alteraciones ni altibajos. De otro modo, desconcertará al niño, y le hará valorar más la tensión emocional que el peso de los argumentos dados, que es lo que pretenderíamos reforzar.
  3. Cuidar la comunicación no verbal. En comunicación sabemos hace años, que casi más importante es cómo se dicen las cosas que lo que se dice. Será muy relevante cuidar la comunicación no verbal, que incluye el tono de voz, la gesticulación y todo el catálogo de información que enviamos a través de la comunicación no verbal. Si queréis saber más, os dejo el enlace de un libro de referencia de Flora Davis.
  4. Hablad como si tuvierais razón, pero escuchad como si estuvierais equivocados. Siguiendo este consejo será mucho más fácil discutir.
  5. Por último, si estáis enfrascados en una discusión y los niños la están presenciando, no la paréis, seguid con ella pero aplicando estos consejos. Así permitiréis que los niños aprendan con ella, y que no dejáis a su imaginación el final de la misma. Si no pensad lo desconcertante que puede llegar a ser haber presenciado una discusión entre tus padres y no saber como acaba. Así evitamos que el niño tenga la sensación de que no acabamos las discusiones o que se imagine lo peor.
Jordi Martínez psicólogo
Jordi Martínez, psicólogo

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